Existen
diversos organismos que velan por la seguridad vial.
Intentan
evitar que nuestra vida se deseche en una carretera.
Entre
ellos me gustaría destacar la labor de la DGT (Dirección General de Tráfico). En
los años 60 comenzaron a trabajar seriamente en ésta materia, desde entonces
han creado numerosas y diversas campañas destinadas a cambiar los hábitos en la
conducción y en los peatones.
La
formación en la educación vial es esencial para erradicar conductas peligrosas
y temerarias que conllevan y provocan accidentes.
El
número de víctimas a lo largo de estos años ha ido disminuyendo, gracias a esta
concienciación social.
Sin
embargo los medios de comunicación, a diario, nos informan de la muerte de
personas, en ocasiones jóvenes y niños, que hacen que nuestro corazón se
encoja. Aparecen las familias completamente destrozadas, buscando una razón que
no encuentran.
Organizaciones
como “STOP accidentes”, formada por familiares de víctimas intenta que nadie
más tenga que sufrir la pérdida de un ser querido en carretera.
Por
último me gustaría recordar la canción creada por Silvia Padilla y que tuvo
tanta repercusión: “Ponte el cinturón”.
Desde
un punto de vista cómico, mostró que de una acción tan simple como utilizar el
cinturón puede depender una vida.
Una
melodía pegadiza que llegó a toda la
población y que los más pequeños entendieron.
Cada
uno debería elaborarse “su canción” y utilizarla para evitar que por sus
conductas ya sea peatón o conductor su propia vida o la de los demás se ponga
en peligro.
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