miércoles, 29 de mayo de 2013

HUELLAS DE LA CIUDAD



Mi huella personal e intransferible se encuentra en las personas que descubrí aquí, son ellas las que la configuran y han creado.

Para materializarla decidí optar por la pintura y la fotografía porque me parecía que  expresaban  claramente mis propósitos.

Las fotografías representan visualmente a todas las personas que conforman mi huella.
200 fotografías a tamaño carnet de los que han significado algo para mí, momentos ocurridos y desarrollados en este espacio.

La pintura, todos los sentimientos que he experimentado gracias a ellas aquí.
Tonos diferentes y variados, formas grandes y pequeñas más o menos geométricas concebidas como resultado de mi estancia en Segovia.

Cuando pintaba todos esos colores veía reflejadas todas las sensaciones que he sentido. Colores vivos como el amarillo, el azul clarito, el rosa o el naranja que transmiten toda la alegría que he vivido, la calidez de los amigos, las pequeñas aventuras y locuras… Y otro más fríos como el morado, el gris, el verde y azul oscuro que aunque se encuentran en clara desventaja simbolizan las decepciones, los desengaños y los arrepentimientos.
Todos debían estar presentes, porque han ayudado a crear mi huella.

Elegí  la forma de una huella dactilar porque es la parte de nuestro cuerpo que de manera no física nos identifica y nos distingue inconfundiblemente de los demás.
Cada uno posee la suya que es exclusiva al mismo, que se va formando con los años.
Esta huella simboliza la mía propia y todo lo que hay a su alrededor de lo que está formada.




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