Tuve la fortuna la semana pasada de asistir a una
conferencia protagonizada por Francisco Álvarez, donde se analizó el modelo económico
vigente.
Desde
hace años, sectores de la población se han cuestionado este modelo con la
actual crisis el número de personas que lo hacen se ha visto aumentado.
¿Por
qué? La respuesta es muy sencilla, nuestro modelo económico mide el crecimiento
únicamente por el dinero.
Así
una empresa que se alza victoriosa, es galardonada sin tener en cuenta de qué
modo lo ha conseguido, quizás sus fábricas se encuentren en China o países del
tercer mundo donde sus trabajadores se encuentran fuertemente explotados, pero
¿qué más da si crece?
Se
ve normal que determinados individuos ganen sueldos con cifras desorbitadas
mientras la pobreza en el mundo aumenta más y más.
No
es un razonamiento normal, así que ¿por qué aceptarlo sin más?
Ante
la indignación de estas situaciones surgió una alternativa: el modelo del Bien
Común.
Éste
nos anima a ser cooperativos entre nosotros, participar en un comercio justo en
la medida de nuestras posibilidades y ante todo ser solidarios con los demás.
Se
sitúa en tres esferas: la económica, ambiental y social colocándose en la
intersección de las tres bajo el nombre de futuro sostenible.
Podemos
pensar, reflexionar y elegir actuar. Cambiar el círculo vicioso que vivimos con
nosotros como arlequines.
Es
un proceso largo pero factible.
Tú
mismo en tu entorno con tus acciones puedes colaborar al cambio, siendo por
ejemplo unos consumidores responsables.
Un
gran ejemplo del modelo del Bien Común es la fábrica “La Fageda” situada en el
Hayedo de Jordá creada por Cristobal Colón y en funcionamiento desde hace 20
años.
Increíble,
¿verdad?
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